Mundos feéricos

Durante el mismo mes y sin proponérmelo he leído sendos libros relacionados con el mundo de las hadas, duendes, elfos y otras criaturas mágicas. El primero es Calle de magia, de Orson Scott Card (2007), nos narra la historia de un niño, Mack cuya llegada a este mundo es cuando menos fabulosa y sobre todo muy rápida, y el descubriento que poco a poco irá haciendo de una capacida suya de percibir los sueños de sus vecinos y ver cómo se hacen realidad de la manera, a veces más trágica posible. Es sin embargo una historia repleta de fantasía en la que descubriremos que el barrio de color de Los Ángeles donde transcurre la acción no es más que la transposición del clásico de Shakespeare, Sueño de una noche de verano, a nuestra época actual donde Oberón y Titanía luchan por hacerse con el poder.

El segundo libro, si bien no tiene como protagonistas al rey y reina de las hadas, sí tiene a otros personajes de la realeza, esta vez serán el Rey del Verano y la Reina del Invierno, es Encanto fatal, de Melissa Carr (2008). En este libro igual que en el anterior conviven el mundo de la gente normal de carne y hueso, con otro mundo fantástico que la mayoría de los mortales no podemos ver ni sentir, pero que no por ello deja de existir, que es el mundo feérico. Aislinn, la joven protagonista lo sabe desde que nació ya que es de las pocas personas que ven que cuando alguna persona tropieza y cae no es por su torpeza sino porque algún elfo malvado la ha empujado para divertirse. Aislinn tendrá que enfrentarse al Rey del Verano y al futuro que el le tiene preparado que podría cambiar para siempre su vida.