Mi naranjo

Veamos, tareas pendientes desde el último post...leer algún libro infantil juvenil, vale. ¿Libros leídos desde entonces que sean de esa categoría?...umm, lo sé!!!!, lo siento!!!! Lo reconozco, me he enganchado a la saga vampírica de True Blood. Hola, soy eva, y soy vampiroadicta. Pero no es para tanto, también he leído una secuela de Orgullo y prejuicio, escrita por Coleen McCullough, en la que se cuenta qué fue de las hermanas tras las maravillosas bodas de las mayores, tras su lectura nunca volveré a pensar en Darcy como antes... snif. Ejem, que lo estoy arreglando ¿no? También he devorado las hojas de un libro pequeñín que cuenta una historia de lo más entretenido, un chico encuentra a una chica, pero se conocen sólo a través del mundo virtual, es decir sólo se escriben mails!! uau!!, super original verdad? Acaba de salir publicada la continuación, Cada siete olas de Daniel Glattauer, y ya la he empezado. A pesar de todo no puedo huir de mis obligaciones, y entre libro y libro, cuentos cortos y relatos, de Cortazar y de una escritora brasileña llamada Nélida Piñón.
Por si fuera poco durante este mes pasado además, viajé a Jordania, pasé una noche en el desierto, me bañé en un mar sin vida y no comí cuscus. A mi regreso cambié de casa, y ahora tengo a mi cuidado un naranjo, un pequeño limonero y algo todavía sin identificar, por si alguien sabe qué puede ser, pongo una foto. Ah!! y otra cosa buena, por fín tengo un horno, así que ahora sólo me faltan las fresas.