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Graceling

Gracia. Supongo que esa sería la traducción al castellano del título del último libro juvenil que he leído. Graceling (2008), de Kristin Cashore . Es la primera novela de esta joven escritora, y me ha dejado un tanto desilusionada. Al ver la portada del libro, tan espectacular, leer la sinopsis, y ver igualmente en la web de la editorial un pequeño vídeo promocional del mismo, imaginé algo más. Es cierto que la historia tiene su punto de originalidad, la protagonista, Katsa, al igual que otros humanos que viven en Los siete reinos, posee una gracia, un don. Algunos corren muy rápido, otros pueden leer la mente de las personas, otros sencillamente tienen la capacidad de hablar al revés, pero la gracia de Katsa es un poco más siniestra, ya que su don es matar, pero bueno no es oro todo lo que reluce. Los graceling, como los llaman en el libro (cuál podría ser su traducción?) se diferencian del resto de mortales, y son fácilmente identificables porque tienen un ojo de cada color, los de Katsa son uno azul y otro verde.

Son unos personajes peculiares, con muchos complejos debido a su habilidad que los hace diferentes, y hace también que se excluyan un tanto del resto de mortales. La historia es trepidante, encontramos aventura, amor, humor, romanticismo, situaciones límite, y grandes dosis de valentía, pero aún así me ha sabido a poco, tal vez sea consecuencia de ser una escritora novel.

No me ha pasado con otras novelas en las que he sentido verdadera empatía con los personajes, pero para gustos hay colores y buscando en internet he visto que tiene muy buena crítica. Esperaremos la segunda entrega y la leeremos para seguir disfrutando de Katsa y sus amigos.

La magia inglesa

Fantástico, imaginativo, delirante, abrumador, emocionante libro que me está destrozando el bolso con su peso, me resisto a no llevármelo al metro cada mañana. No he terminado de leer este impresionante libro de 800 páginas pero no puedo evitar comentar cosas sobre el. Jonathan Strange y el señor Norrell se publicó en el 2004, su autora Susanna Clarke, de la que ya he escrito en otra entrada por su libro de relatos Las damas de Grace Adieu, tardó diez años en terminarlo, esto ya da una ligera idea de la complejidad del mismo.

La historia transcurre en Inglaterra (aunque también en otros países, España incluída) en los primeros años del 1800, y nos narra las historias de los dos personajes que se mencionan en el título, dos magos, que han puesto todo su interés en recuperar para Inglaterra la práctica de la magia perdida hace mucho tiempo en ese país. La autora nos cuenta su versión mágica de la historia de Inglaterra, mezclando personajes fantásticos, duendes, seres imaginarios, fantasmas, con otros reales como el duque de Wellington o Byron.

La imaginación de esta escritora no puede dejar de sorprender y por ello dejo un par de fragmentos de la novela, espero que para la próxima no tengamos que esperar otros diez años, y tal y como se indica en el libro para ver la película tampoco.

"Nota 7. Por un error en los mapas de España de Wellington, la ciudad de Pamplona no estaba situada en su lugar real. Wellington se sintió vivamente defraudado el día en que, después de una marcha de veinte millas, el ejército no llegó a Pamplona, que estaba diez millas más al norte. Tras una breve discusión, se creyo más conveniente hacer que el señor Strange desplazara la ciudad que rectificar todos los mapas."

"Robert Findhelm estaba convencido de que el libro había sido destruido, eso está claro. Nan me dijo que a Clegg lo ajusticiaron por robar un libro, pero la acusación que formuló Robert Findhelm no era de robo. El cargo era por asesinato de libro. Clegg fue el último hombre en Inglaterra colgado por asesinato de libro."

Francamente es curioso imaginar cómo se puede asesinar un libro, pero si lo pensamos un segundo seguro que se nos ocurren infinidad de maneras, eso si espero que a nadie se le ocurra ponerlas en práctica.

Pensaba encontrarme una recopilación de cuentos de hadas clásicos, de los de toda la vida y me he llevado una grata sorpresa (aunque pensándolo bien, ¿cuándo un libro no es una grata sorpresa?).
El tomo que viaja estos días, línea 6 arriba, línea 6 abajo no es otro que El cuarto de las hadas, de Madame d'Aulnoy (1650-1705), poetisa y novelista francesa que introdujo en la nobleza de su país el gusto por los cuentos de hadas. Sus relatos tuvieron tanta aceptación como los del mismo Perrault.

El primero de los cuentos se titula Gata blanca. Es la historia de una preciosa princesa, sobre la que recaen las consecuencias del mal comportamiento de su madre. Será separada de su familia en su más tierna infancia, y criada por hadas y brujas en una torre sin accesos con la única compañía de un loro y un perrito. Pronto aparecerá en escena un joven príncipe que sin remedio quedará prendado de tan linda damisela en apuros, sin embargo este amor juvenil no llegará a buen puerto ya que las brujas enfadadas de la osadia de la joven la transformarán en una gata blanca, y así permanecerá hasta que la llegada de otro apuesto príncipe la libere de su embrujo. Hasta aquí es un cuento muy tradicional, y que nos recuerda otros muchos cuentos de princesas encantadas, la sorpresa me la llevé al final, cuando aparece ¡cómo no!, el príncipe azul. Leamos lo que la independiente princesa comenta con el padre del futuro novio:

"Señor- le dijo ella-, no he venido aquí para quitaros el trono que tan dignamente ocupáis. Nací dueña de seis reinos, permitidme que os ofrezca uno de ellos y daré otro tanto a cada uno de vuestros hijos. Por recompensa no os pido más que vuestra amistad y a este joven príncipe por esposo. Nos bastará con tres reinos. "

Y esto escrito en el siglo XVII, pero no era el príncipe quién salvaba a la princesa y la llevaba a su reino?. Será que nos contaron sólo cuentos?.

Magia victoriana

Comencé a leer Las damas de Grace Adieu (2007) de Susanna Clarke porque la ilustración de la cubierta me llamó la atención. Representa a tres mujeres con las manos enlazadas y que tras leer uno de los ocho relatos que componen el libro descubrimos están realizando un conjuro mágico.
A través de estos cuentos ambientados en la Inglaterra victoriana, que la escritora describe con un fino humor al estilo de Jane Austen, descubriremos que nuestro mundo y la Tierra de Duendes están a menudo muy próximas, y que las relaciones entre los habitantes de una y otra parte suelen ser algunas veces complicadas y siempre peculiares. Encontraremos a magas que protegen niños, doncellas que consiguen burlar maldiciones, colchas que predicen el futuro, reinas vengativas, reyes humillados, duendes, trasgos y demás seres de la Tierra de Duendes, un mundo singular e inesperado que la fantástica imaginación de la autora, junto con su gran conocimiento de la tradición y el folclore británico, nos hará pasar unas muy buenas horas de lecturas, de esas en las que cada palabra debe ser debidamente saboreada.

La ilustración que precede a cada uno de los relatos es del magnífico Charles Vess, el mismo que ilustró la historia de Neil Gaiman "Stardust" (el cuento mágico de la estrella caída del cielo), y de hecho uno de los cuentos tiene lugar en el pueblo del protagonista de la aventura de Gaiman, en Muro (Wall), pueblo llamado así porque hay ni más ni menos que un muro de piedra que separa el mundo de los humanos del mundo mágico dónde viven hadas, duendes, brujas y mil seres feéricos.
Un libro de cuentos que no decepciona y que apetece releer, quién sabe si debajo de ese montón de nieve no se oculte un pequeño duende travieso.