
"Porque hay que reconocer en los libros una sorprendente capacidad colonizadora. Ocupan una estantería tras otra y cuando consiguen desbordarlas, su germen -como arrastrado por invisibles esporas- anida en otro lugar inexplicablemente alejado, recóndito, inaccesible de la casa."

En un mundo de realidad mágica, dónde tal vez también los libros se reproduzcan por esporas, en el que algunos animales se vuelven albinos cuando les roza la mirada de un ser irreal, las medusas al morir desprenden miles de colores, y algunas personas se transforman en cristal, es donde trascurre La chica con los pies de cristal de Ali Shaw. Primera novela de este escritor inglés, llena de magia, de personajes ansiosos de ser felices, y de paisajes maravillosos e irreales. A pesar de la portada, tal vez un poco infantil, no es un libro para niños. Finalmente la realidad se impone a la magia, mostrándonos de una manera magistral los sentimientos más profundos de los protagonistas del libro. Un libro que engancha, tierno, delicioso y un poco melancólico, como un paisaje brumoso en tierras frías e inhóspitas.